miércoles, 7 de febrero de 2018

Una librería en el barrio porteño de Colegiales

Siguiendo con su serie “Por las librerías”, el 22 de diciembre del año pasado, Daniel Gigena dedicó un espacio a la librería Céspedes, de Cecilia Fanti, ubicada en el bario porteño de Colegiales.

Céspedes: la literatura como punto de encuentro


Breve historia de la librería
Cuando Cecilia Fanti se hizo cargo de Céspedes, la librería ya se llamaba así. – Céspedes está ubicada en la arbolada calle Céspedes, en el barrio de Colegiales. Fundada en 2016, la dueña anterior había decidido cerrar el local para encarar nuevos proyectos. "La noticia vino de la mano de una editora y con la noticia tuve también una corazonada –cuenta Fanti, que trabajó en Penguin Random House varios años–. Quise ver qué era lo que pasaba y si era posible hacerme cargo. Así que en ese momento conseguí su teléfono, la llamé y en horas era la dueña de la librería."

Fanti, autora de La chica del milagro (Rosa Iceberg), asegura que se está convirtiendo en librera, porque lleva apenas cuatro meses al frente de Céspedes. "Es muy estimulante todo lo que se puede hacer: aprender, conocer a autores, nuevas editoriales, reglas de negocios", dice.

¿Qué libros se encuentran? 
Céspedes es una pequeña librería literaria. "Tenemos una selección de sellos que reflejan ese tipo de lecturas: Ediciones Universidad Diego Portales, Hueders, Literatura Random House, Anagrama, Adriana Hidalgo, dentro del espectro de las grandes –detalla–. Dentro del mundo de la literatura independiente son muy requeridos los libros de Blatt y Ríos, Tenemos las Máquinas, La Bestia Equilátera, Mansalva, Fiordo, Entropía, Caja Negra, Sigilo, Mar Dulce, Odelia, El Cuenco del Plata, Alto Pogo y Godot." Los sellos de poesía favoritos de los lectores que van a Céspedes son Del Dock, Pánico el Pánico y Caleta Olivia.

Los libros más buscados: 
Los clientes requieren títulos por su cuenta o a través de una recomendación. Existe en el local una gran oferta de literatura infantil porque muchos pequeños lectores visitan la librería todas las semanas (algunos todos los días). "Vienen a buscar y leer los libros álbum de Limonero, Niño, Ojoreja, Calibroscopio, Pípala, Pequeño Editor, La Brujita de Papel, Periplo, Fondo de Cultura Económica. Todos funcionan maravillosamente bien, porque tienen autores e ilustradores talentosísimos trabajando en los libros", comenta Fanti.

Héctor el hombre extraordinariamente fuerte (Pípala) es el hit junto a toda la serie de Había una vez un niño (Fondo de Cultura Económica) de Oliver Jeffers. Otro título de muchísimo éxito es la colección Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes(Planeta) y hay clásicos que se mantienen siempre entre los favoritos, como la serie Lola y Federico (Sudamericana). "Los niños son grandes clientes y amigos de la librería –confiesa la joven librera–. Saben lo que les gusta y también se dejan sorprender. Son cariñosos y son mis favoritos."

La autora estrella de Céspedes es Romina Paula, con Acá todavía, Agosto y ¿Vos me querés a mí? (publicados por Entropía). Otros libros muy solicitados son  Dónde está Perón, de Antolin Olgiatti (Galería Editorial), y Desarticulaciones, Vivir entre lenguas y El común olvido, de Sylvia Molloy, publicados por Eterna Cadencia. Los mejores días, de Magalí Etchebarne, editado por Tenemos las Máquinas, es otro best seller, así como también los firmados por Mariana Enríquez y Hebe Uhart. "El estreno del documental de Joan Didion en Netflix desató un pequeño boom, así que El año del pensamiento mágico y Noches azules –ambos de Literatura Random House– están entre los más vendidos de estos meses", apunta Fanti.

En primera persona: 
"Decidí convertirme en librera porque mi relación con los libros es vital. Básicamente, leer y escribir son las cosas que más me gustan, y pocas cosas me gustan más que recomendar lo leído. Ser librero permite recomendar todos los libros que te cambiaron la vida, te hicieron feliz, o llorar o te salvaron. Es un vínculo muy íntimo y muy hermoso el del librero con el lector. Es un trabajo profundamente satisfactorio y de pura experiencia. Estar rodeada de libros e invitar a los lectores a conocer esos mundos, que quizás los cambien para siempre."

Los vecinos de Céspedes:
Aunque todavía la librería no cuenta con una vidriera definitiva, Fanti señala que su importancia es fundamental. "Es lindísimo escuchar los comentarios que hace la gente mientras mira los libros. Estar atrás de este mostrador es una ventana indiscreta maravillosa. Las promociones, cuando las hay, son geniales. Cambia bastante en el volumen de la venta."

Se organizan eventos casi todas las semanas. 
A Fanti le gusta que Céspedes sea un espacio de encuentro donde pasan otras cosas. Hay muestras de artes visuales, lecturas, presentaciones de libros. "Siempre encontramos alguna situación que amerite el brindis y el encuentro entre lectores", dice.

Un diagnóstico sobre el sector de librerías y el mercado editorial: 
"En 2017 estuve en ambos sectores –remarca Fanti–. Trabajé hasta la primera mitad del año en una editorial y ahora trabajo en una librería. Fue un año difícil, creo que –y esto sonará un poco obvio– sobre todo porque lo que marca el pulso del consumo es el bolsillo. Y también los libros, como todo en general, se encarecieron muchísimo. También creo que es el tiempo de los libros para lectores, que son los que siempre necesitan el libro y que siempre lo necesitan a mano, incluso antes de terminar el que estaban leyendo. Para ellos, el libro es un objeto preciado y no se reemplaza por otro tipo de consumo de ocio."

¿Hubo cambios en la forma de vender debido a Internet? 
"No lo sé. Céspedes todavía no tiene la estructura para ingresar en el mundo online desde la venta –responde Fanti–. Me parece que se complementan, hay una manera de comprar desde casa sin moverse que es provechosa, yo lo hago todo el tiempo en todo tipo de rubros, desde el supermercado hasta zapatos. Sin embargo, cuando la fantasía de tener una librería empezó a calar hondo, allá por febrero de este año, hubo una entrevista del Huffington Post a Emma Straub (una escritora joven estadounidense que abrió su librería –Books Are Magic– en Brooklyn) que fue determinante para mí. Ahí ella hablaba del sentido de pertenencia que un barrio tiene con su librería como lugar de encuentro y también de cómo, para un lector, el algoritmo nunca va a reemplazar la experiencia de recorrer las bibliotecas y mesas de una librería y descubrir nuevos autores, o nuevos libros de viejos autores."

Dirección: 
Céspedes 3065

Horario: 
de lunes a sábados de 11 a 20. Durante diciembre estará abierta de lunes a sábados de 10:30 a 20:30 y los domingos de 16:30 a 20:00.

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