martes, 24 de octubre de 2017

Pilar Álvarez Sierra decide "beber a morro" en lugar de "beber directamente de la botella"

En el día de ayer, un comentario firmado por el Administrador de este blog, motivó la reacción de Pilar Álvarez Sierra (foto), la editora de la colección Noema, de la editorial española Turner. Ante la crítica que se le hacía a Víctor Vicente Úbeda Fernández por una de sus traducciones para el sello, en la que sobreabundan los giros castizos, lo defendió con el siguiente argumento: “En el caso de Yeah! Yeah!..., por no hablar en general, yo defiendo que tener a un traductor como Víctor Úbeda, que no sólo sabe de música casi tanto como los autores a los que ha traducido para nosotros, sino que escribe con extraordinario fluidez y expresividad, compensa las posibles desviaciones ‘personalistas’ de su prosa”.

La primera pregunta se cae de madura: si Víctor Úbeda sabe tanto como los autores que traduce, ¿por qué no escribe él mismo los libros que publica Turner? Estarían así directamente escritos en su castellano y no tendría que darle cuenta a nadie por sus elecciones prosódicas o léxicas. 

Pero si Pilar Álvarez Sierra se contenta con tenerlo como traductor, habría que preguntarles a ambos unas cuantas cosas sobre las razones por las que eligen una expresión exclusiva de un ámbito mínimo de la lengua y no otra más abarcativa, en los casos en que esto es posible.

Entre los ejemplos de traducción excesivamente localizada planteados en el día de ayer, figuraba éste: “Beber Jack Daniel’s a morro”.

Cuando se busca el significado de la expresión española –no hispanoamericana– “beber a morro” los resultados pueden ser desconcertantes. Según varios diccionarios –incluido el engendro de la RAE– podría definirse como “beber sin vaso, aplicando los labios directamente al chorro de líquido o al recipiente que lo contiene”. Muchos traductores optan entonces por usar ese giro como si fuera común a toda la lengua, cosa que de ninguna manera se corrobora en la práctica. De hecho, en el foro del Word Reference.com, uno de los tantos foros activos para consultas de índole lingüística, se puede leer una larga discusión al respecto.

¿A morro o de la botella?
Así, ante la pregunta por el significado de la expresión, realizada desde España por un tal Belano75, Lady Jeckill, de Madrid, dice que cuando se encuentra por el campo con alguna fuente, literalmente “bebe del chorro”, advirtiendo la necesidad de que se les diga a los niños que no deben beber del grifo directamente, sino del chorro. 


Alexacohen, de Santiago de Compostela, comenta que “diría beber a morro siempre que no se sirva la bebida en un vaso, no importa si es del caño, de la bota o del botijo”. Y para aclarar, agrega: “La cosa está en aplicar los morros al chorro de líquido, con o sin contacto físico con el surtidor”.

Pilucona, de Andalucía, dice, algo desconcertada: “Aquí se entiende que beber a morro es llevar la botella a la boca y beber a chorro es llevar la boca al chorro (¿se entiende? o me he liado)”.

 Pejeman, mexicano de los Estados Unidos, se suma y aclara: “En México usamos más ‘tomar’ que ‘beber’. Hacerlo directamente de la botella es ‘a pico’”.

Belano75 se resigna entonces y escribe: “Veo que no hay un consenso claro”, y lo interesante es que, si se exceptúa al participante mexicano, todos los que discutieron hasta aquí son españoles de distintas regiones de España, algo que advierte Chics, de Francia, cuando escribe: “Fíjate que depende de la zona en la que viven unas y otras”.

Y hete ahí que aparece un tal Yukia, que pregunta: “¿Alguien sabe si existe una expresión más elegante para decir ‘beber a morro’? Tampoco hace falta que sea algo refinado, pero sí algo que no chirríe si aparece en una narración escrita en un registro culto. A lo mejor no existe ninguna otra opción…”. 

Y Namarne, de Barcelona, dice con criterio: “No se me ocurre ninguna expresión, como no sea ‘beber de la botella’ o ‘beber directamente de la botella’ (o de la lata, etc.)”. 

Pero el debate sigue y ManPaisa, de Colombia –que, por lo de “paisa”, debe ser de Medellín– agrega: “Por aquí se dice ‘tomar a pico de botella’ (el término ‘beber’ se reserva casi exclusivamente para las bebidas alcohólicas)”.

Por supuesto que el intercambio continuó, pero hay elementos que resultaron comunes a todos los participantes: uno esla palabra “beber” (con la variante “tomar”) y otro la expresión “de la botella”, quedando rezagado “a morro” para apenas algunas regiones de España, no todas.

Acá sí: el cerdo bebe a morro
Hay más: “morro”, para toda la lengua, significa "hocico de los animales". Su empleo se registra fundamentalmente… en expresiones españolas, no americanas. Corominas, de hecho, registra que en 1734 ya se usaba para definir en la Península la “saliente que forman los labios abultados”.

Consultados el Diccionario de habla de los argentinos, de la Academia Argentina de Letras, así como el Diccionario etimológico del Lunfardo, de Oscar Conde, no hay entrada para la palabra y mucho menos para la expresión. Lo mismo sucede con otros diccionarios regionales en los que buscó el Administrador.  

La pregunta entonces pasa por la decisión que ante todas esas opciones va a tomar el traductor; vale decir, por saber si va a utilizar una variante regional o si va a dejar de lado usos y costumbres arraigados en su terruño en pos de un significado más abarcativo y, por lo tanto, más acorde con las particularidades de una lengua hablada por casi quinientos millones de personas. Dicho de otro modo, dado que ni en la misma España hay un consenso sobre el caso, ¿resulta tan complicado imaginar “beber de la botella” en lugar de “beber a morro”? 

Para la editora de este libro en cuestión, finalmente responsable de las decisiones editoriales, parece que sí, que las expresiones castizas del traductor son la mar de expresivas y que poseen un gracejo que ni Raphael.

Todo indica que habría que despachar las botellas de las diferentes bebidas producidas en Hispanoamérica del correspondiente folleto explicativo para que los lectores españoles comprendan qué significa "beber de la botella". 

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