jueves, 15 de julio de 2010

Un diálogo al galope

Para que haya un diálogo hacen falta dos. Y eso es lo que se lee en una brevísima entrada del blog de la argentina Laura Wittner (http://selodicononlofaccio.blogspot.com/2010/07/al-paso-al-trote.html) y en el comentario que una lectora española le deja a continuación... (Aunque en las últimas horas se sucedieron otros comentarios, con nuevos participantes.)

Al paso, al trote...

Traducir rápido es como galopar –  viene el impulso y te pone a teclear como si fueras un caballo espoleado y de pronto sentís que vas cubriendo terreno, llenás de letras la pantalla en blanco como el caballo deja doble huella en la tierra sin pasto.

(Claro que después habrá que volver sobre las huellas).

Comentarios

A veces, sin embargo, me parece una travesía ágil pero llena de incertidumbre... voy rápido y no sé si estoy haciendo justicia a lo que traduzco y deseo parar y volver sobre mis pasos... pero una vez en racha, lo único que puedo hacer es dejarme llevar. Ya aparecerá un escollo que me frene y me derribe de la montura.

María (Madrid)
13 de julio de 2010 19:56




Blogger Laura Wittner dijo...



sí, claro, por eso pronto volvemos sobre nuestras huellas... viste que en la velocidad siempre está, por debajo de la adrenalina, esa doble sensación de "estaré haciéndolo bien?" y "contra qué me chocaré?".
14 de julio de 2010 09:33


Anónimo Anónimo dijo...



Estoy revisando un traducción muy floja; tengo las piernas llenas de moretones y chichones varios en la frente. Imposible cobrar impulso.
Nora
14 de julio de 2010 13:42




Blogger Laura Wittner dijo...






ah, nori, no; si el texto de base está mal, es todo el trayecto al paso...
14 de julio de 2010 13:51

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