sábado, 6 de marzo de 2010

Enriquezca su vocabulario, ¡joder!

Pero mire usted

A veces, el desarrollo de una misma lengua se parece a la imagen que ofrece la fotografía que ilustra esta entrada.

Intercambiando noticias por mail, a propósito de la situación de los familiares de una amiga chilena y filóloga, que reside en España, ella se declaró francamente molesta de tener que sumar a su desesperación el malhumor que le producía estar escuchando hablar todo el santo día del terrible terremoto que asoló su país como de un "seísmo". Escribe: "Y para peor,  cada dos minutos te sacan lo del "seísmo".

Cuando el Administrador, algo asombrado, le preguntó a qué se refería con eso de "seísmo", ella respondió que es la forma que se usa en España para nombrar al fenómeno telúrico que conmovió a Chile. Entonces ella indica la consulta del diccionario de la RAE y la del Diccionario panhispánido de dudas, ése que lleva primero los escuditos de la Real Academia Española y después el de la Asociación de Academias de la Lengua Española, y que publicó pomposamente Santillana en 2005.

En el caso del primero –edición de 1970 y con el copete de la RAE todavía bajo (acaso por múltiples sospechas de franquismo, ese flagelo que nunca existió en España y que no dejó un millón de muertos)–, dice "seísmo: m., Terremoto, sismo." y, cuando se busca "sismo", dice: "m. Terremoto o sacudida de la tierra producida por causas internas, seísmo." Constan las dos palabras, aunque la segunda se describe con algo más de detalle, sin por ello caer en bravuconadas imperiales.

En el caso del Diccionario panhispánido de dudas, la entrada dice: "sismo. ‘Terremoto’. Esta es la forma usada en América, mientras que en España se prefiere la variante seísmo, más cercana a la etimología (del gr. seismós)".

A lo que ella escribe: "¿Te das cuenta? Pero, qué caraduras. "Seísmo" de lo que está cerca, cerquísima, es del francés, de donde lo tomaron en 1947, primera aparición de la palabra...". A lo que el Administrador, un tanto harto agrega: lo que molesta, lo que indigna es esa aclaración de nuevo rico, referida a la etimología.  Por vaya a saber qué asociación y no sin melancolía, el Administrador pensó: "Volvé a Troya, Eneas, te perdonamos".

2 comentarios:

  1. Debiera corregir la errata que no vi, Gabriela, pero me hiciste notar un uso que no había advertido y que me gustó. Por lo tanto, queda así. Gracias.

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